Aconteció que suena mi teléfono a horas no acostumbradas y después de varios timbrazos del teléfono, me dispongo a dejar mi cómodo asiento enfrente de la computadora para contestar el agraciado teléfono. Era un tipo llamado Cesar. Este preguntaba por mi hermana, lo que a mi se me hizo algo anormal, ya que ella ya no vive en la casa y sus amigos mas cercanos claramente lo saben. Después de unos segundos raros de conversación, reconocí la voz de un viejo conocido y empecé a platicar con el como en aquellos tiempos en los que estaba en el Ateneo.
Después de un rato de conversación en el que yo empecé a dudar si lo conocía y en que yo no le atrevía a preguntar si se acordaba de mi o no, el interrumpió la conversación y me hizo una pregunta la cual no entendí muy bien al principio, pero a la que yo por inercia dije: Vamos.
Cuando capté a qué cosa había respondido afirmativamente, me sorprendí por unos momentos, ya que esto era algo improvisto, pero muuuy tentador.
Al yo estarme sordeando de su propuesta en mi lado del teléfono por mi auricular se escuchaba: Pues como ves: dos desconocidos, conociéndose rumbo a Real de Catorce…bla bla bla
Yo tontamente de nuevo reaccioné por mi inercia aventurera y dije: - Cuando? Y el dijo –este sábado. Y yo dije – no se hace, y el dijo – si se hace …y el que si y yo que no y el que si y yo que no…y al final fue un mmhmm, bueeeeno.
Enseguida de eso dije: -no se puede, no hay lana además este fin tengo clases y regresando exámenes. Y el me dice: -Es de mochilazo y lo demás deja que se alinie solo…Entonces que: te hablo el jueves para ver que pasa??
Después de nuevo reaccione y me dije a mi misma y a el también: -neeel tengo reposición de clase el sábado (además sino tuviera esa clase tonta tendría ensayo toda la mañana). Y el vuelve a decirme: -Ya verás que todo se alineará, mientras pásame tus datos para que puedas cruzar el puente; además es de ida y vuelta, y sirve que nos desconectamos un rato de la vida citadina. Mira, nos vamos el sábado en mañana y regresamos el domingo en la mañana… Y en eso yo pensé: “chin#”$# por que me gaste mis últimos centavos en esa tienda de Kitty?? Sabía que los necesitaría para algo a corto plazo”.
Después de pasarle mis datos a aquella persona, (y sigo sin saber por que lo hice, ya que tengo la incertidumbre de si se los di al Cesar que creo que es, o aun perfecto y maniático desconocido). El me dice de nuevo: -entonces si me llevo una cobija extra? Y yo le dije -¿cómo?, y el dice:-pues si, así tu te quedas dentro de la tienda de campaña y yo duermo afuera, para cuidarte. –No pues asi pos si. –Te llamo el jueves para ver si todo se alinea? – esta bien…pero tiene que ser este fin? – no necesariamente pero este fin es el cierre de un evento y toda la raza hippie del país allí estará. –ah, entonces si se hace. –bueno te llamo el jueves –hasta entonces.
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En resumen y con una que otra cosa omitida eso fue lo que sucedió.
Ahora solo me queda revisar la agenda de teléfonos viejos de mi hermana para ver si es el Cesar que pienso que es, y ver si me animo o no a ir. En una semana lo sabré sin duda…
Y saben, para mi es muy tentador ir, ya le traigo ganas a ir a Real de Catorce y a un viajecín de mochilazo. Pero tampoco estoy mensa ni mucho menos penn....ja, y pues haber que pasa, uno nunca puede predecir el futuro. Además como saber si alguien es bueno o malo? “Las apariencias engañan, mi querida ovejita”
Llámenme ilusa, pero yo aun creo en que hay gente buena, bueno la verdad no lo creo, pero uno nunca sabe las sorpresas que nos depara la vida. Algún día la vida me puede sorprender y hacerme ver que en realidad entre ilusion e ilusión, Dios me mostrará un pedacito de cielo en esta tierra y me hará ver que no todo es gris o negro… ni blanco tampoco.
..Y saben: si hay pedacitos de cielo en esta tierra: Se llaman algodones de azúcar, jaja…y de los otros también los hay, me consta…y es por eso que siempre busco mas aunque arriesgue mi pellejo.
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Hasta entonces